Desde principios de los tiempos el hombre ha hecho ceremonias para conmemorar la pérdida de un ser cercano. Estudios demuestran que, al juntarse las personas en comunidad para conmemorar esta ausencia, ayuda a manejar nuestra experiencia con la muerte, así como el iniciar el proceso de adaptación de esta pérdida. El funeral no es más que una ceremonia donde la sociedad se une para rendir un tributo a la persona fallecida, ayudar a la familia más cercana a comenzar el proceso del duelo, y reconocer el legado que esa persona dejó dentro de la sociedad.