- Hable al pequeño del concepto de la muerte con delicadeza, de acuerdo a la edad y nivel de desarrollo, apegados siempre a la realidad, en el concepto religioso que cada familia profese.
- Permita que participe en la ceremonia de honras fúnebres
- Explique que el llanto es una expresión de dolor, que cada persona lo manifiesta de manera diferente (y seguramente lo verá y escuchará en el funeral)
- Sea positiva en sus comentarios (estaba muy enferma, hoy descansa ya de sus fatigas, esta con Dios…
- Mantenga contacto físico y emocional con el pequeño durante y después del funeral.
- Continúe con las actividades normales en su entorno familiar y amigos.
- Aplique la receta del amor: diga a los pequeños, por la mañana, tarde y noche cuanto les ama y lo importante que son ellos en la vida de usted.
- Nunca el pequeño debe sustituir en funciones a la persona que murió, ni debemos dar una mayor responsabilidad a su condición.
- Sea comprensiva, demuestre su cariño; el amor se tiene que oír, se tiene que ver y se tiene que sentir, este atenta al estado de ánimo del pequeño y permita que exprese sus sentimientos, maneje siempre un mensaje de seguridad y confianza en el futuro
- Busque apoyo espiritual en su Pastor o Sacerdote, así como ayuda de profesionales en la psicología
Adolfo Zambrano