El “rigor mortis” después de fallecer
El rigor mortis es un signo reconocible de muerte que es causado por un cambio químico en los músculos presentándose un estado de rigidez e inflexibilidad en las extremidades y así contrayendo dificultad para mover o manipular el cadáver.
Tras fallecer una persona sus funciones vitales dejan de funcionar mientras que su temperatura corporal se mantiene a una temperatura media. Esta situación provoca que los músculos de la persona fallecida tiendan a un estado de rigidez total.
Este proceso por regla general suele comenzar a las 3 horas después de fallecer y alcanza su pico máximo de rigidez a las 12 horas. Esta rigidez del cadáver ha dado lugar a dichos populares relacionados con la muerte como la expresión “quedarse tieso”.
Este proceso es especialmente interesante en investigaciones criminales ya que gracias a este signo se puede dar un primer diagnóstico del deceso y conocer la hora del fallecimiento.
Cabe mencionar que anteriormente se consideraba una prueba única para determinar la hora del fallecimiento de una persona, sin embargo en la actualidad ya se realizan más estudios que sirven para determinarla.
Importantes estudios sobre los estados de rigidez de los cadáveres demuestran datos interesantes tales como que en el caso de los cadáveres de ancianos y niños la rigidez aparece con antelación y es menos intensa y tiene una duración menor que en el resto.
Además, en el caso de una persona que se encuentre en buen estado físico y que se haya ejercitado con frecuencia, la intensidad del rigor mortis es mayor mientras que aparece más tarde de lo normal. Por último, en los casos de muertes violentas la rigidez dura más y es más intensa.
